jueves, marzo 06, 2008

Un poquito de por favor...

El pasado día 5 de marzo, yendo en guagua (que es mi medio de transporte por excelencia) por la calle trasera del Corte Inglés, creo que se llama Juan Manuel Durán, ví un equipo de limpieza dándole manguerazos (con una presion que ¡oiga-como-te-pille-en-medio!) al suelo acompañados del cartel 'Ciudad sin chicles' o algo así.

Casualidad que aparezca ahora... en marzo ... a 4 días de las elecciones ... ¡bah! seguro que son cosas mías, aunque de repente me equivoco y ya lleva tiempo, y conste que no me parece mal, ya que seguro que en la feria de Sevilla hay menos lunares que los que hay en algunas aceras de la ciudad.

Total, esa misma noche, a la salida de clase, me fijé que en la parada, de las personas que habían, 3 estaban fumando. Cosa que a mi me da igual, cada uno con su cuerpo lo que quiera, pero lo que me toca la moral, es que no ví a ninguna de estar personas tirar la colilla en una papelera. Al momento miré los alrededores de la parada... ¡sorpresa! TODO lleno de colillas, un asco. Para mí lo peor es cuando la tiran encendida y ya toca tragarse el humo.
Todo esto no es nuevo, las calles están llenas de colillas, a la vuelta me dio por contarlas... y me acabé asqueando más.

Y es que en esta ciudad, hay mucho cochino suelto, siento decirlo así. No cuesta nada tirar la colilla o tirar el papel o el chicle en la papelera (que luego bien que nos quejamos cuando pisamos uno y se nos queda pegado a la suela del zapato) o recoger el regalito del perrito (que ahí ya te quieres morir). Seguro que si multaran la gente aprendería, y es que para algunos lo mejor es que duela el bolsillo para aprender.

Más que una ciudad sin chicle yo me quedaría con UNA CIUDAD SIN BASURA EN EL SUELO y MÁS CONCIENCIA CIUDADANA.
¿Educación para la ciudadanía incluirá esto en el temario?, sino lo hace, debería.

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